Echar leña en el fuego del saber.

Un cuerpo piensa.
Una mente desea.
Una palabra vibra.

🔪 La planificación: un arma de doble filo

Uno de los legados que nos dejó Marie Kondo fue la idea de que organizar es transformar. Y aunque ella hablaba de espacios físicos, esa lógica se expandió como aceite: hoy se organiza todo —el tiempo, las emociones, la productividad— con colores, stickers y rituales casi mágicos.

No está mal. El problema aparece cuando la planificación deja de ser una herramienta y se vuelve un amo. Cuando cumplir con el horario es más importante que respirar. Cuando fallarle a la agenda se vive como fallarse a un0/a mismo/a.

Lo digo con conocimiento de causa. He visto cómo esa planificación ideal se convierte en cárcel. Cómo un Google Calendar puede aplastarte si lo usás como látigo en vez de brújula.

Por eso creo que la planificación, para que funcione, tiene que ser minimalista. Lúcida. Y viva. Te comparto los seis puntos clave que sostienen la mía:

  • ✍️ 1. Elegí tus metas anuales
    Lo importante. Lo que no vas a negociar. No más de cuatro. Si todo es meta, nada es prioridad.

  • 🧭 2. Definí objetivos reales
    Pasos concretos. No deseos abstractos. No se trata de soñar, sino de trazar caminos.

  • 🗓️ 3. Segmentá tu año con estrategia
    No todo se hace a la vez. Algunos objetivos florecen en febrero. Otros, en agosto. No seas Dios. Sos uno/a solo/a.

  • 🌀 4. Mantené presente el enfoque del mes
    Cuando te desvíes —porque va a pasar—, volvé a la pregunta: “¿Qué era lo importante este mes?”

  • 📍 5. Anotá tareas y eventos, sin obsesión
    No para cumplir como autómata. Para tener una vista general que acompañe, no que apriete.

  • ✨ 6. Cierre mensual: logros y aprendizajes
    Incluso si no hiciste todo, algo hiciste. Miralo. Reconocelo. Agradecelo.

Lo importante no es cumplir con todo. Lo importante es no olvidarte de para qué empezaste. Y, sobre todo, no dejar que una herramienta de planificación se convierta en un aparato de castigo.

Planificamos porque tenemos deseo, no porque seamos robots. Y eso nunca hay que olvidarlo.

Si algo se encendió en tu orilla, podés dejar una palabra acá.

Toda palabra será leída con atención. Las que vibren, quedarán visibles.

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Este diario no enseña: arde, camina, duda y escribe. ¿Seguimos andando?

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Quema el campo para que el deseo brote.

© Yanina TorresPensar. Encarnar. Mutar.

Hecho en Argentina con fuego lento.
yo@soyyaninatorres.com