Una ciudad.
Una fuga.
Un destino.
Sabiduría de vereda, palabra que sostiene.
En la entrada anterior, hablábamos de la imponente presencia con Ali.
La presencia que se hace sentir donde vaya.Pero hay otro tipo de presencia, la que está al costado del camino. La que permanece en silencio, la que observa muda el paso de la gente, las historias, el tiempo. Y esa presencia, cuando habla, se hace escuchar. No es imponente a su paso, es imponente en su esencia.
Miguel está siempre a la tarde en Librería Mili. Tiene una sabiduría inmanente, la que brota por haber vivido y tener en claro cuáles son los valores que lo preceden. Miguel es esa mirada que ve, que comprende. Y esa palabra que abraza, que contiene. Escucha empáticamente al otro. Ese otro que pasa cotidianamente con sus sombras y sus tristezas.
Miguel valida. Habla. Actúa. Aconseja. Lo que hace Miguel no está en ningún manual. Está en la vereda, en la calle, en la fortaleza espiritual creada en la experiencia.
De Miguel quiero llevarme la claridad de la palabra. La indignación ante las injusticias. El humor sobre lo cotidiano. Y, sobre todo, esa presencia que me vio cuando ni yo lo creía posible.
Cuando nadie te nombre,
Cuando parezca que pasás desapercibida,
Cuando te preguntes si alguien te ve,
Recordá que siempre hay un Miguel en el camino.
Hacelo palabra.
Hacelo gesto.
Hacelo raíz.
Y quedate. Porque a veces, ver también es sostener.
Raíz viva en la vereda. Gracias por mirar como mirás.
Si algo se encendió en tu orilla, podés dejar una palabra acá.
Toda palabra será leída con atención. Las que vibren, quedarán visibles.
Gracias por honrar esta raíz conmigo. Que su llama se expanda.
← Volver a Raíces Vivas👣 Cada texto es un pedazo de mí que no volvió.
Y si algún día no sabés cómo seguir, volvé a este lugar.
Donde todo empieza.
© Yanina Torres —
Pensar.
Encarnar.
Mutar.
Hecho en Argentina con fuego lento.
yo@soyyaninatorres.com